viernes, 11 de diciembre de 2009

respirando denso

Otro episodio en que el queque tenía mucha azúcar y la cafeína me despierta los parpados; por resultado caigo en un remolino de ideas.

Cada día me sorprende mas el diario vivir, como actúa la gente en distintas circunstancias, según le conviene, siempre. Así voy definiendo como quiero y no quiero ser, me asombra como una persona puede ser el centro de la superstición de otra,

Me asombra que tan decadente y gloriosa puede llegar a ser una persona.

El ser humano existe para convivir, si no, no es, vive para intercambiar ideas y sentimientos, para vivir en sociedad. Es tanta la necesidad que uno se pasa a llevar para poder ser aceptado, sus propios ideales, o aún peor, desde un principio fueron suplantados por falta de cariño.

La locura no es sabiduría, hoy en día veo tanta gente con falta de atención, se les nota en el habla, y su principal reacción es causar conmoción, mover corazones o impactar al raciocinio, recreando acciones totalmente ilógicas… para mí, para otros llamativas, y esa así como crecen, ganando cariño grupal pero no individual, aparentando algo que no son, y por dentro solo quieren llorar, borrarse.

He tenido la oportunidad últimamente de conocer como es el mundo de la actuación, y es impresionante la diferencia de expresión, alumnos de teatro, que en su diario vivir no le temen al que dirán, se sueltan bailando con ellos mismos, girando como un trompo en contra del viento, están siendo preparados para enfrentarse a mil ojos fijándose en sus movimientos, y no tienen miedo, son como son, y no se dejan reprimir ante el prejuicio. Con lo poco que he visto sobre el tema, es la primera impresión que me dan, me conmociona ver algo así, que entre tantos lobos disfrazados de oveja, hay unos que se dejan ver, y son capaces de llevar una pauta, controlar una situación, no aparentando dejándose salir con total libertad.

Yo me veo al espejo a diario, y cada día intento descifrar quien soy, lo que soy, trato de averiguar cual es mi fin, trato de pensar lo que nadie espera pensar, para ver como es, trato de hablar de amor, el único idioma universal que existe, que cada día se olvida más, que si bien, es un arma de doble filo, peor es lo que nos mantiene aquí…creo yo…no vivo por rutina, no vivo por que se que voy a morir, siendo un vivo muerto, vivo por que quiero vivir “vida” , amarla, odiarla, llorar, bailar, olvidar, respirar, mirar al cielo al sol y quemarme los ojos, sentir frío, sentir calor, sufrir, sentir miedo, alegrarme, salir victorioso y perder, que sea un trabajo solo con horario de salida.

Animales pensantes somos, con todas sus características, es mi respuesta a los impulsos maniáticos, altivos, repulsivos pero extrañamente “normales” de la persona, para mi es mezquino, concepto que irradia permanentemente mi generación, actuando sin pensar a quién pueden dañar, auto-referentes que no saben escuchar, buitres acechando en hambre de oportunidades para llamar la atención de la forma más impura, asquerosa, fraudulenta, ganadora, mentirosa, Ángeles negros que manifiestan la soledad del alma ,que miran antes de mirarse.

Hay que amarse para poder amar, la vida son detalles que se presentan en cosas tan simples… tan simples, que no se le da importancia, esos detalles son los que te definen como persona, cosas tan sencillas como cocinarle a un amigo, detenerse a escuchar, sonreír sin razón alguna, moverse por alguien, sin importar que haya que perder, para así dar el golpe knock-out a este circulo delirante ego centrista.

Desenterrando el pasado, entierras el futuro, sin embargo, el futuro esta por nacer, y el pasado ya está difunto, uno es el punto medio, el pasado es tu vida, y el futuro no tiene identidad, no hay por que aferrarse a esto, uno se desteta a los de bebe, estas hecho “adulto” a los 18 años, “independizado”, pero nunca de tu pasado, y que? Uno mira para adelante, de lo único que no hay que independizarse es de los sueños, lo único válido este caso es ser dependiente de tus seres queridos y de tus sueños.


“No elegí este mundo, pero aprendí a querer, a confiar”

Escuchémonos como un ciego frente el mar..